Zuckerberg armó un “dream team” con los mejores talentos de la IA: cómo es su plan para alcanzar la superinteligencia

Durante años, Meta fue sinónimo de innovación en modelos de lenguaje abiertos. Bajo la dirección científica de Yann LeCun, la compañía marcó el rumbo del desarrollo de IA en Occidente. Sin embargo, su último modelo, LLaMA 4, no logró el impacto buscado.
Mientras tanto, China toma la delantera con propuestas como DeepSeek, Qwen y Ernie, impulsadas por una estrategia estatal que combina academia, industria y avances técnicos en ciencia y matemáticas.
En este nuevo escenario, Meta decidió no ceder más terreno. A diferencia de Apple y Amazon, que optaron por alianzas con líderes como OpenAI y Anthropic, Meta emprendió una ofensiva agresiva de reclutamiento masivo.
En las últimas horas, Zuckerberg anticipó su visión para el futuro de la IA a través de una carta que se publicó en la web de Meta. En el texto se refirió al deseo de crear una "superinteligencia personal" que esté al alcance de todos, y vaticinó que los lentes inteligentes cumplirán un rol tan clave que se convertirán en nuestro "dispositivo de computación primario".
"Que este poder esté en manos de las personas para que lo dirijan hacia lo que valoran en sus propias vidas. Esto es distinto de otros en la industria que creen que la superinteligencia debe centrarse en la automatización de todo trabajo valioso, para que luego la humanidad viva de lo que se produzca", explicó.
Y sumó: "En Meta, creemos que las personas persiguiendo sus aspiraciones individuales son lo que nos ha llevado a progresar, expandiendo la prosperidad, la ciencia, la salud y la cultura. Esto también será cada vez más importante en el futuro".
Más allá de prometer llevar la superinteligencia a todas las personas, sostuvo que el desarrollo seguro de la tecnología resultará fundamental. También comentó que en el camino aparecerán nuevas preocupaciones que se deberán atender con rigurosidad para mitigar los riesgos y habló de "ser cuidadosos con qué se elige liberar como open source".
Unas semanas atrás, en un movimiento que sacudió los pilares del Silicon Valley, Zuckerberg había anunciado oficialmente la creación de Meta Superintelligence Labs (MSL), con el que pretende liderar el desarrollo de la IA general. Pero, más importante aún, ha anunciado la alineación de expertos que serán responsables de lograrlo.
En este nuevo tablero de ajedrez tecnológico, cada movimiento cuenta y Zuckerberg ha empezado a robar piezas clave a sus rivales más directos para fortalecer su presencia en este rubro competitivo. En los últimos meses, ha incorporado figuras clave de sus competidores, conformando un equipo de élite en áreas donde históricamente ha sido más débil: visión, sonido e interfaces humano-máquina.
Alexandr Wang, el niño mimado de la IA, es el líder.
Entre las figuras más destacadas aparecen talento como Huiwen Chang (imagen, ex-OpenAI), Ji Lin y Hongyu Ren (modelos de lenguaje), Jack Rae y Pei Sun (pre y post-entrenamiento en Google), Joel Pobar (inferencia, ex-Anthropic), Johan Schalkwyk (voz, ex-Alphabet), y Daniel Gross (CEO de SuperIntelligence).
Pero el movimiento más resonante fue la adquisición de Scale AI por 13.000 millones de dólares, junto con su fundador, el joven maravilla Alexandr Wang, quien liderará el área de superinteligencia. A su lado estará Nat Friedman, ex-CEO de GitHub, encargado de aplicaciones de IA.
La estrategia habla por sus hechos: Meta busca integrar agentes inteligentes en sus plataformas sociales, transformando la experiencia del usuario con asistentes virtuales y personajes generativos.
Alexandr Wang, a la derecha, el nuevo genio de la IA. (Reuters)
La IA dejará de ser una herramienta para convertirse en contenido. Esta visión se emparenta con el fallido intento del Metaverso, ahora con modelos fundacionales que interactúan directamente con los usuarios y ofrecen servicios vía API.
En paralelo, Meta mantiene su apuesta por el código abierto, aunque con un enfoque freemium: modelos básicos para atraer usuarios y versiones avanzadas para monetizar.
La incógnita es si podrá construir una cultura cohesionada en torno a esta constelación de talento. OpenAI y Anthropic han demostrado que el liderazgo en IA requiere más que recursos: hace falta una misión compartida.
¿Puede Meta articular esa visión desde plataformas diseñadas para maximizar la atención? ¿Podrá Wang liderar un equipo tan diverso y joven sin perder el rumbo? Las respuestas aún no están claras. Pero lo que sí está claro es que Meta va en serio. Y lo que está en juego no es solo el liderazgo en IA, sino la forma en que nos relacionamos con lo digital.
Clarin